Fundador de la UCL y artífice de la creación de Ferduero, ha sido clave en el desembarco de la modernización de regadíos en León.
El pasado 21 de diciembre fue su último acto de servicio. Ángel González Quintanilla, 76 años, deja la primera línea de batalla tras medio siglo dedicado al campo leonés. Fue cofundador de la UCL, artífice de la creación de Ferduero, pieza clave en la modernización de los regadíos de la provincia, presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna. Un hombre tranquilo y dialogante. No lo echan, se va para dejar paso a gente más joven.
Ángel González Quintanilla nació el 6 de marzo de 1947 en Grisuela del Páramo. «Mi vida ha estado dedicada a la agricultura», afirma.
Corría el final de la década de los setenta y con la muerte del dictador Franco, la sociedad entera en embuía de una ilusión desbordante de la que el campo no era ajeno. «Acabábamos de pasar de una dictadura a la democracia y todos teníamos ganas de hacer algo. Había mucha ilusión». Por entonces, junto con Gerardo García Machado y Matías Llorente «fundamos la Unión de Campesinos Leoneses», la mítica UCL, un sindicato agrario que con 12.000 afiliados llegó a ser el mayor de España. «Eran tiempos en los que el sindicalismo tenía mucha fuerza. Casi siempre que ibas a Valladolid o a Madrid conseguías algo».
Tal era la fortaleza de la UCL en la provincia de León, que incluso llegó a entrar en política. «No nos quedó más remedio para poder influir porque todo empezó a estar tan interrelacionado que o estabas dentro o estabas fuera». Se presentaron a las municipales y «creo recordar que conseguimos 30 alcaldes y muchísimos concejales. En Bustillo del Páramo tuvimos alcalde, en Pobladura de Pelayo García, en Laguna de Negrillos… en las zonas rurales acaparamos muchos».
Hasta llegaron a tener un gran poder en la Diputación con una vicepresidencia.
Luego llegó la enfermedad de Gerardo García Machado, durante la cual González Quintanilla estuvo al frente de UCL. Vivió desde dentro las guerras internas entre Gerardo y Matías que, finalmente, acabaron con el sindicato.
En ese momento, Quintanilla pasó a dedicarse a las comunidades de regantes. Primero entró como vocal en el Páramo Alto, luego fue presidente del tribunal de riegos y después de la Junta de Gobierno con Ramón Ferrero en la presidencia de la comunidad. Eran los años de finales del siglo XX y principios del XXI en los que ya se empezaba con la modernización de los regadíos. «Vivimos momentos terribles en las charlas que dimos en algunos pueblos».
Vio la necesidad de crear la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero), que comenzó su andadura el 2 de marzo de 2007 con el nombramiento de una comisión gestora. El 3 de abril de 2008 se celebraba la Asamblea Constitutiva. Nacía Ferduero, de la que Quintanilla fue su presidente desde su fundación hasta el pasado 31 de octubre que renunciaba a la reelección.
Entre medias, Ángel González Quintanilla ya era presidente del Sindicato Central del Embalse de Barrios de Luna desde el 29 de diciembre de 2003, cargo al que también renunciaba a ser reelegido y del que dejó de ser el máximo responsable el pasado 21 de diciembre, poniendo fin a 20 años de mandato.
Quintanilla se va con la conciencia tranquila de haber trabajado toda una vida por el campo leonés y haber peleado con ministros y autoridades de todo color político. A sus sucesores, «no soy partidario de dar consejos a nadie», pero se muestra dispuesto «a ayudar en lo se me necesite siempre que física y mentalmente esté bien». Ese fue siempre su talante. Quintanilla es historia viva del campo leonés.
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