Los embalses de la cuenca del Duero cierran el año hidrológico al 36% de su capacidad. Solicitan ampliar la dotación hasta el 15 de octubre en cultivos como la remolacha, la patata y los hortícolas
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha publicado los datos del cierre de la campaña de riego 2024-2025 y la actual situación de las reservas disponibles para afrontar el nuevo año hidrológico que ha comenzado este miércoles.
Para el organismo de la cuenta, la campaña se ha desarrollado «con total normalidad» en cuanto a las necesidades de agua lo que permitirá extenderla en las primeras semanas del mes de octubre para cultivos como la remolacha, patata o la colza.
Es el caso de Sindicato Central de los Barrios de Luna, que ha solicitado riegos adicionales para los cultivos de patata y remolacha, ante las previsiones de ausencia total de precipitaciones para las próximas semanas. La petición es de 2 hectómetros cúbicos para regar hasta el próximo 15 de octubre. El órgano de cuenca ha asegurado que no se ha agotado la dotación máxima establecida en la práctica totalidad de las comunidades de regantes, hecho que ha permitido atender las solicitudes de extensión de la campaña para los cultivos que precisen un riego en las primeras semanas de octubre.
Todo, siempre y cuando se respete la reserva establecida en 30 hectómetros cúbicos del embalse y no se superen los 6.000 metros cúbicos por hectárea. La CHD ha destacado también que el cierre del año hidrológico que tuvo lugar el 30 de septiembre, y el inicio del nuevo coincide con un «alto volumen de reservas en los embalses» lo que constituye «el mejor punto de partida» de cara a 2026, pendientes de la meteorología en los próximos meses.
Dado este buen escenario hídrico, fuentes del Sindicato Central de los Barrios de Luna solicitan al organismo de la cuenca «más flexibilidad» para poder adaptar las temporadas de riego a la «cambiante» situación meteorológica actual y a las necesidades de los nuevos cultivos impulsados por los nuevos regadíos, como es el caso de los hortícolas, que precisan agua también en octubre.
Nuevo año hidrológico
El nuevo año hidrológico comienza al 45,1% de capacidad en la cuenca del Duero y un total de 1.286,9 hectómetros cúbicos, por debajo del valor de 2024 que inició el año hidrológico al 47,3 por ciento de su capacidad y un volumen almacenado de 1.349,3 hectómetros cúbicos. No obstante, el volumen de agua almacenado a 1 de octubre de 2025 es superior a la media de los últimos veinte años (1.110 hectómetros cúbicos).
La CHD ha explicado que la «climatología extremadamente seca y calurosa» en verano y la «prioritaria apuesta» por el maíz «como cultivo de referencia» en gran parte de las zonas regables del Duero, de forma particular en León, se han traducido en una «situación desigual» por sistemas en cuanto a consumos.
En León los embalses están al 36,6%. Así, los sistemas Tuerto-Órbigo superaron el 80% de la dotación máxima asignada, lo que ha determinado que el embalse de Barrios de Luna acabe el año hidrológico en el entorno de los 73 hectómetros cúbicos, por debajo del pasado año, aunque con un valor superior a la media histórica en estas fechas. Riaño, al 40,7% de su capacidad, cierra la campaña de riego con más de 260 hectómetros cúbicos, lo que supone 25 hectómetros cúbicos por encima de la media de los veinte últimos años «y lejos de la dotación asignada dado el grado de modernización de las distintas comunidades». La campaña también ha finalizado «sin incidencias» en el sistema Porma que ha anotado valores superiores a la media de los últimos veinte años que no alcanza los 110 hectómetros cúbicos, mientras que en e Villameca, el año hidrológico se ha cerrado por debajo de la media con 3,5 hectómetros cúbicos.
Buen año para el cereal e incertidumbre para la patata
El último informe Copac 2025, elaborado por el Ministerio de Agricultura, ganadería y Pesca, confirma que el año hidrológico 2024-2025 ha dejado un balance positivo de lluvias y reservas de agua en Castilla y León. La provincia de León se encuentra en una situación de normalidad hídrica, con embalses en buen nivel y sin escenarios graves de sequía, lo que garantiza el riego de la campaña. Sin embargo, el comportamiento de los cultivos ha sido dispar: mientras que los cereales y leguminosas de secano se perfilan con rendimientos históricos, la patata de regadío y los frutales sufren retrocesos importantes.
El cereal de secano en León vive un año excepcional. El trigo blando y semiduro alcanzan 3.800 kg/ha, un 19 % más que en 2024 y más de un 25 % sobre la media de los últimos años. La cebada de dos carreras llega a los 3.350 kg/ha, con una subida del 26 %. También en regadío se esperan resultados superiores, con aumentos del 7 al 13 % en trigo y cebada.
En cuanto a las leguminosas, los guisantes secos aumentan un 17 %, mientras que los yeros registran un espectacular +46 %, consolidándose como uno de los cultivos más beneficiados por la campaña. En cambio, en regadío, los guisantes pierden un 24 % respecto a la media.
A la baja, por su parte, la patata de regadío, uno de los cultivos estrella de la provincia, presenta un descenso del 18 % en el rendimiento, situándose en torno a 34.400 kg/ha. A pesar de contar con agua suficiente para riego, la campaña resulta claramente negativa para este cultivo.
Por último, los frutales de El Bierzo tampoco escapan a las dificultades. Se esperan bajadas de producción en torno al 11 % en manzana y melocotón, y del 17 % en pera, lo que afectará a las explotaciones frutícolas de la comarca.
Fuente: Diario de León